AVUI FUNCIÓ

El Mago de Oz

¿Quién no tiene pánico ante las obsesiones que nos picotean?
¿Quién no se siente cobarde ante la incertidumbre?
¿Quién no parece insensible cuando arrasa con todo lo que hay a su paso?
Todos seguimos un camino de búsqueda y aceptación. Muchas veces queremos la fuerza que suponemos en los demás … Al final la fuerza está en nuestro interior.

Conrado Gargallo

10/24/2009

Síntesis- reflexión de un forum anunciado

Nuestra sociedad del conocimiento se mueve a un ritmo frenético de transformación y de revolución en todos los sentidos: en la producción, en la manera de interactuar, en la forma de adquirir e interpretar la información, a través de los artículos leídos se nos hace hincapié en que nos encontramos en la sociedad del conocimiento, entendida como información interpretada, dominada por los “trabajadores del conocimiento” frente a los trabajadores de servicios, que supone no una revolución en las tecnologías, sino en los conceptos y en la capacidad de aprender a acceder e interpretar la información y a pasos agigantados, difíciles de digerir para los que no tenemos un dominio del campo y el dialecto digital. Pero, a mi modo de ver, J.L. Cebrián definió de una manera más concisa y clara lo que significa la sociedad del conocimiento, idea que yo comparto y que, en mayor o menor medida, se repite en otros de los artículos: es una sociedad en la que se precisa tener criterios para ser capaces de filtrar la información (tener mucha información no significa estar bien informado), relacionar unos hechos con los otros, comprenderlos para elaborar ideas propias (pensamiento autónomo) y ser capaz de transmitirlas a los demás, pues también se trata de acceder a un aprendizaje cooperativo en la que todos aprendemos y enseñamos a la vez. Esta sociedad exige, por tanto, cambios en la educación y supone un reto a los maestros y a los educadores sociales que deben abandonar su rol tradicional de transmisor de conocimientos y asumir su papel de orientador y mediador; que utiliza una metodología interactiva y cooperativa con su eje en las NNTT y con el principal objetivo de transmitir a sus alumnos/sujetos de la educación la capacidad de aprender a aprender y los criterios para enfrentarse a la numerosísima información a la que tienen acceso en la actualidad, criterios deben basarse en saber buscar, seleccionar, analizar, crear y difundir dicha información. Ello supone una continua reflexión sobre su/nuestra práctica y una formación permanente: el mundo de las NNTT cambia a una velocidad temeraria, y lo que sale al “mercado” se vuelve obsoleto o queda relegado por nuevos descubrimientos. En la prensa casi cada día leo noticias de esos progresos, que incluso rara vez nos sorprenden porque los vamos interiorizando a través de los medios de comunicación, de las películas etc. Casas domóticas, robots multifuncionales, manipulación genética, juegos de simulación, etc., etc. Algunas de ellas ya son o empiezan a ser una realidad.
Y en este punto me gustaría remarcar otra idea que considero importante y que también se reitera en los artículos, si bien cada uno desde su propia perspectiva, y es que en las escuelas las NNTT no deben ser consideradas como un propósito de enseñanza, sino como medios o herramientas de apoyo didáctico. Y en este sentido, el
medio de enseñanza es cualquier recurso tecnológico que articula en un determinado sistema de símbolos ciertos mensajes con propósitos instructivos.
Es el instrumento con el que…, no el fin. Y son instrumentos no sólo para el uso de los docentes y educadores sociales, sino también, y cómo no, para el uso de los alumnos que, a través de ellos, pueden manifestar y expresar sus propias ideas, conocimientos y sentimientos. De hecho, los usuarios deben tener un importante papel activo de generadores de información: Wikipedia, blogs,… Es un espacio colaborativo y participativo.
Sin embargo, pese a todo lo aprendido, analizado y reflexionado en este forum y en los artículos, hay algunos aspectos que me siguen causando recelo, con los que concluyo este relato.
Uno de ellos es el de la intimidad y el control. Tienes la sensación, y supongo que se queda tan sólo en la sensación, de que cedes parte de tu intimidad y de que se erige sobre ti un sistema de control y de vigilancia voluptuoso, como si se trasladase la idea del panóptico al espacio virtual. Y en este sentido recuerdo las posibilidades de rastreo y localización de cualquier conexión y actuación en la red.
Otro es el de la sensación de que las relaciones interpersonales, de contacto físico cada vez quedan más diluidas en beneficio de las relaciones virtuales.
Y otro es el de la sensación de que puede haber una saturación en el uso de las NNTT (vídeos, power point, transparencias…, medios audiovisuales en general) que pueden abocar también en una sensación de rutina. Hay que hacer un uso racional y lleno de sentido de tales herramientas didácticas y siempre como un soporte. En prácticamente todas las conferencias a las que he asistido últimamente, los ponentes hacen sus exposiciones apoyándose en el Power Point, como si no confiaran en su propia capacidad expresiva y discursiva, Power Point que leen punto por punto. Y en tales casos me he llegado a preguntar si superarían una hipotética avería del proyector o tendrían que suspender la actividad.

Watt Whitman, conocido poeta norteamericano, escribió:
“Hoy, antes del alba, subí a la colina, miré los cielos apretado de luminarias y le dije a mi espíritu: cuando conozcamos todos los mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos? Y mi espíritu me dijo: No, ganaremos estas alturas sólo para seguir aprendiendo”

Así veo yo el mundo educativo en general y en nuestra actual sociedad del conocimiento: infinito, un camino sin fin, pero que también hay que recorrerlo paso a paso, deteniéndose, incluso, de vez en cuando, para disfrutar del paisaje y para mirar desde la reflexión el trayecto ya recorrido. Nunca se acaba de aprender.

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